En estos últimos dos meses la relación entre la prensa brasilera y Lula Da Silva se puso mas espesa. El avance de Dilma Rousseff en las encuestas sobre Serra mas allá de lo pensado hizo sonar el despertador en el lobby mediatico y ha decidido marcarle los puntos a la candidata y hacerle sentir a Lula que dentro de poco no sera mas presidente.
"No sólo vamos a derrotar a los adversarios en las elecciones, sino también a algunos diarios y revistas que se comportan como si fueran un partido político con candidato que no tienen el coraje de decir que tienen candidato" y "Ellos hablan de democracia y no soportan escribir que el país crecerá el 7 por ciento este año, no se conforman que un metalúrgico sin universidad creara más empleo que los presidentes de la oligarquía que gobernaron este país" fueron dos de las frases mas picantes con las que Lula acomodo a una prensa que hasta hace poco le rendía pleitesía.
Pero, pero.... Lula anuncio hace ya unos meses su intención de una nueva ley que regule la comunicación y hace menos de un mes volvió a insistir con la cuestión. Así Dilma se enfrenta ahora a varias denuncias de corrupción que buscan esmerilar la ventaja que lleva sobre Serra para obligar a una segunda vuelta como hicieran con Lula en el 2006.
Algo parecido se intento acá con Crisitina via Skanska y Antonini y en los dos casos, al igual que hizo ahora Lula, los funcionarios fueron separados sin siquiera estar procesados. Veremos como sigue, una vez que Dilma sea presidenta del Brasil y estos avisos eleccionarios, de no ceder y profundizar el camino de Lula, se transformen en diarios ataques de la concentración mediática.
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